Socializar para muchas personas es un acto terrorífico. Y eso que hoy en día existen muchas maneras de conocer gente, ya sea a través de las redes sociales más usadas del mundo, en aplicaciones específicas para cuestiones concretas o a la manera de toda la vida: de forma analógica. Sin embargo, quedar con nuestros amigos, aunque los queramos mucho, puede acabar agotándonos. Hacernos llegar a casa exhaustos y con la pila social completamente descargada.De esta manera, desde ScienceFocus han querido dar una explicación de por qué nos sentimos agotados después de socializar, incluso en entornos que normalmente consideramos seguros.Socializar agota, es un hecho y esta es la pruebaLos eventos sociales en los que participan otras personas suelen llevarnos a un alto nivel de actividad mental. Asistir a una convención académica, por ejemplo, es agotador a nivel mental y físico. Pero no hace falta irse a algo tan estricto o encorsetado, ya que una actividad con unos amigos en las que participen un par de desconocidos también pueden acabar siendo agotadoras.De hecho, es cierto que las personas introvertidas tienden más a la fatiga social, pero los extrovertidos también, solo que tardan más en mostrar estas pautas de agotamiento. De hecho, este fenómeno se muestra en un rango de tiempo muy variable y depende tanto de cada persona como de la situación que se ha vivido. El caso es que afecta a todo el mundo, por lo que si trabajamos de cara al público sufriremos fatiga social de forma muy recurrente.Si el …