Estados Unidos quiere nuevas reglas contra autos chinos. Esta medida, impulsada por el Departamento de Comercio, refleja una creciente preocupación por la seguridad nacional, reporta The Verge.
Las normas exigirán que ciertos programas informáticos para vehículos se fabriquen en Estados Unidos o en países aliados, informa Reuters. Estas regulaciones buscan controlar los componentes clave que gestionan el software y los datos del vehículo.
La principal preocupación radica en que tecnologías como cámaras, sensores y computadoras a bordo puedan ser explotadas para espionaje. Este enfoque es similar al aplicado contra empresas como Huawei, bajo sospechas de que su tecnología podría ser utilizada para recopilar datos sensibles.
El Departamento de Comercio inició a principios de año una investigación centrada en los "vehículos conectados". El término abarca cualquier automóvil con acceso a Internet, y la conclusión apuntó a mitigar el riesgo de que adversarios extranjeros utilicen estas tecnologías para obtener información confidencial.
China criticó estas acciones y acusó a Estados Unidos de obstaculizar injustamente a las empresas chinas y evitar la competencia en el mercado global. Las nuevas normas podrían incluir disposiciones similares a las de los automóviles con componentes de batería fabricados en China. Además, el gobierno estadounidense ha propuesto aranceles elevados para los vehículos chinos, lo que encarece su venta en el mercado norteamericano.
Implicaciones para el mercado automotriz
Las empresas chinas deberán reevaluar sus estrategias de exportación, y los fabricantes estadounidenses se beneficiarán al reducir la …