Una vulnerabilidad en el sistema operativo móvil Android, relativa a los procesos de comunicación entre aplicaciones, permite que programas maliciosos instalados en el dispositivo consigan información sobre la localización de este a partir de la red WiFi a la que se conecta, su dirección IP o la dirección física y única del terminal (MAC).
Los dispositivos comparten información sobre el usuario con las aplicaciones que están instaladas en ellos. Se trata de información relativa a la red WiFi a la cual se está conectado, la dirección física única del punto de acceso al que se conecta el teléfono (BSSID), la dirección IP del dispositivo, información de los servidores DNS y la dirección física y única del dispositivo (MAC).
Esta información normalmente se comparte con fines legítimos, pero si una aplicación maliciosa está instalada en el móvil, puede «escuchar» estas comunicaciones, con lo que tendrá acceso a información específica del teléfono, relativa a la red WiFi o a la ubicación del mismo. Incluso se puede geolocalizar al usuario recurriendo a bases de datos de BSSID, como explican en un comunicado fuentes de la consultoría Nightwatch Cybersecurity.
La dirección MAC es un código propio que no se puede cambiar por lo que al conseguirla se descubre dónde se encuentra un dispositivo en concreto. A partir de Android 6 esta información ya no está visible a través de la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API), aunque mediante las escuchas entre procesos es posible acceder a estos datos. La información sobre redes a la …