Windows 11 tiene un problema con algunas unidades SSD NVMe, que funcionan un 50% más lentas de lo esperado, y Microsoft aún no lo ha solucionado.
El problema lleva afectando a usuarios de Windows 11 desde que el sistema operativo estaba en fase beta a principios de este año.
Las pruebas de benchmark CrystalDiskMark para el SSD Samsung 980 Pro muestran que las velocidades de escritura aleatoria se reducen drásticamente.
Windows 10 vs. Windows 11

Cuando este problema se identificó por primera vez en la beta de Windows 11, Microsoft reconoció el problema. Sin embargo, no se ha publicado ninguna solución, y no está claro cuál es la causa del problema, aunque algunos sugieren que la culpa es de la seguridad basada en la virtualización de Windows 11.
Un descubrimiento más reciente sugiere que el problema tiene que ver con la unidad que contiene la instalación de Windows 11. Si ejecutas el benchmark en una unidad secundaria, los resultados coincidirán con los valores anunciados para el SSD.
Sea cual sea la causa, este es uno de los problemas más graves de Windows 11, y el hecho de que todavía no haya una solución tres meses después de que se descubriera es preocupante.
Tampoco es una buena imagen para Windows 11. Microsoft quiere que más personas se actualicen al nuevo sistema operativo, pero problemas como éste sólo van a desanimar a la gente.