Vivimos inmersos en una guerra de navegadores. Hay muchísimos actores implicados en ella: algunos de ellos son conocidos por todos, como Opera o Firefox, y luego hay otros alternativos al margen de los más grandes. Sin embargo las estadísticas no mienten: el más usado es Google Chrome, de largo.
Ahora bien, si ya llevas tiempo usándolo, a lo mejor has notado que no funciona tan fluido como siempre, o que quizá esta consumiendo muchísima (más) RAM. En este artículo vamos a ofrecerte una serie de consejos para que Chrome vuelva a funcionar de forma eficiente, y que de paso no lastre tu equipo.
Actualiza Google Chrome
Esto puede parecer una perogrullada, máxime cuando Chrome suele actualizarse solo y sin molestar al usuario. Sin embargo, para hacer eso el programa tiene que estar cerrado. Si hace un tiempo que has dejado Chrome abierto permanentemente, puede que te hayas perdido alguna actualización.
Para comprobar si te has perdido alguna, e instalarla manualmente, introduce chrome://help en la barra de direcciones. Después, sigue las instrucciones que te dé si el programa no está al día.
Elimina extensiones no deseadas
En la barra de direcciones introduce chrome://extensions y deshabilita las que no quieras. Puedes desmarcar la caja para desactivarlas, o pulsar en el icono de la papelera para eliminarlas por completo.
Ten en cuenta que, si borras una extensión, también se borrarán los datos asociados a ella. Si te limitas a deshabilitarlas, los datos se conservarán hasta que vuelvas a activarlas.
Utiliza extensiones para …