Seguimos a vueltas con el culebrón de las últimas elecciones estadounidenses. Si hace unos días comentábamos que Obama y la NSA decían tener pruebas de la intervención de hackers rusos, ahora el análisis de los datos no prueba que estuviesen involucrados según se ha publicado en ZDNet.
Todo esto llega después de que Estados Unidos acusase a Rusia formalmente de haber intervenido en las elecciones y de que el presidente en funciones, Barack Obama, expulsase a diplomáticos rusos a la luz de estos hechos. Ahora todo esto podría ser interpretado como una pataleta ("la pelota es mía y me la llevo") ante la falta de pruebas concluyentes.
Es difícil cuestionar que Rusia quería que Trump ganase. Las declaraciones del ahora presidente expresaban sus deseos de que los rusos hackeasen la cuenta de correo de Hillary Clinton. Dicho y hecho: la sede del DNC se vio comprometida. Se extrajeron miles de correos electrónicos, a excepción de 33.000 que la candidata habría borrado mientras era Secretaria de Estado.
¿Desde Rusia con amor?
Imagen: Svklimkin
Y sin embargo, a pesar de que todos los medios (incluyéndonos a nosotros mismos) dieron pábulo a la teoría de que el hack al DNC venía desde Rusia, el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI han elaborado un informe de análisis conjunto o JAR que no extrae pruebas concluyentes de que el ataque viniese del frío.
El documento no apunta directamente al gobierno ruso, sino que se limita a afirmar que hay "indicadores técnicos" …