Y esto viene acompañado de un cambio de cultura de empresa obligado.
Abril será un mes cuanto menos complicado para la junta directiva de Uber. Por un lado, se espera la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que habrá de determinar si la compañía se dedica al transporte o si, por el contrario, pertenece al sector de la información. O una mezcla de ambas. Y por otro lado, para finales del mes próximo se conocerá el resultado de la investigación que mantiene la compañía en su sede central a tenor de las graves acusaciones de sexismo dentro de sus oficinas.
Mientras se espera a la resulución del Tribunal, a Uber le crecen los enanos por todos los lados. Si las acusaciones publicadas por Susan Fowler no eran suficientes, hace unos días el presidente de la compañía, Jeff Jones, anunció su dimisión. ¿Las razones? El ambiente y la situación que se ha generado con las acusaciones de machismo le han superado. La misión de Uber ahora mismo es encontrar al reemplazo, pero lo más seguro es que muy pocos se presenten voluntarios a ocupar el puesto justo en este momento. La teoría dice que Kalanick está desaparecido de la opinión pública porque está dedicado a la búsqueda de un sustituto.
Hasta que llegue el nombramiento del candidato, un miembro de la junta directiva, Ariana Huffington, hace las veces de sustituta de Kalanick para ciertos temas y de portavoz cuando toca. Además, es mujer, dato que seguramente no ha sido mera casualidad. …