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Texto: Imagine este dilema: es el último día de vacaciones y durante su visita al mall de la ciudad se siente profundamente atraído por la vitrina de una tienda. Ahí, destaca un producto para usted soñado, de lujo y a un precio realmente conveniente. Seamos sinceros: usted desea con fuerza lo que ve y siente la profunda convicción de que, si no lo compra en ese instante, no tendrá otra oportunidad así.
Pero también sabe que corre un gran riesgo. Hay una duda que lo carcome: aunque ese precio tan estimulante sea un anzuelo que usted quiere morder, en realidad no está seguro si ese producto es legítimo o, en otras palabras, una hermosa falsificación…
Algo así vivió Michele Casucci, fundador y director ejecutivo de Certilogo. En su regreso a casa, luego de un viaje de negocios a Jamaica, el empresario italiano se enfrentó a un dilema como consumidor, por la incapacidad de distinguir un producto auténtico de otro falso. Pero Casucci cedió a la tentación y compró un reloj de lujo en una tienda libre de impuestos. Un paso en falso, porque al llegar a su hogar seguía con dudas. Tanto así, que quiso verificar la legitimidad del producto. Solo en ese momento descubrió que era imposible tener una sencilla respuesta a la pregunta: ¿es genuino o falso?
Ese episodio fue la motivación para fundar Certilogo, en 2006, una compañía especialista en autenticación y que conecta a usuarios con más de 80 marcas …