The Wall Street Journal realizó una retrospectiva de la historia de Marvel Studio, con motivo del estreno de Black Panther. El artículo es interesante por sí mismo, pero tiene un par de detalles que dejan muy mal parado a Sony, el estudio que actualmente está en uno de sus baches creativos más grandes, pero que era un peso pesado en los noventa, cuando se instaló en Hollywood luego de comprar con una oferta millonaria a Columbia Pictures.
En la segunda mitad de los noventa, cuando la editorial de cómics estaba al borde de la quiebra, Marvel Entertainment buscó afanosamente a Sony, y le ofreció a Yair Landau, presidente de Sony Pictures, los derechos cinematográficos de todos sus personajes por tan sólo 25 millones de dólares.
La respuesta de Landau fue lapidaria: "A nadie le importan una mierda los personajes de Marvel. Vuelvan y hagan una oferta sólo por Spider-Man".
Muchos años después, en el 2014, con Amy Pascal como nueva presidenta de Sony y con el universo cinematográfico completamente cimentado como una de las franquicias cinematográficas más redituables de todos los tiempos, Ike Perlmutter, CEO de Marvel, buscó a Sony una vez más, aprovechado el fracaso de The Amazing Spider-Man 2, le ofreció a Pascal tomar el control creativo de Spider-Man y producir en conjunto la próxima película del héroe arácnido. La respuesta de Pascal fue igual de brusca que la de Landau años antes: le dijo "vete a la chingada" (get the fuck out) y le arrojó un sándwich.
Tan sólo un año …