Un grupo de arqueólogos en Jerusalén ha realizado un hallazgo extraordinario: una piedra negra de 2.700 años de antigüedad que lleva una inscripción en paleohebreo, la cual menciona a personajes bíblicos. Este descubrimiento ha sido descrito como uno de los más notables en las excavaciones realizadas en la antigua Jerusalén, confirmando la conexión histórica con figuras mencionadas en la Biblia