Por Pablo G. Bejerano para Think Big. Las expectativas para este lanzamiento eran grandes. Casi tanto como lo es el Falcon Heavy de SpaceX. Esta monstruosidad técnica no es otra cosa que tres cohetes Falcon ensamblados y preparados para sincronizar su empuje.
Todo estaba listo en Cabo Cañaveral (Florida) para la operación. En la misma plataforma del Kennedy Space Center desde donde se lanzó la misión Apollo 11, que llevaría al primer ser humano a pisar la Luna. Todo concuerda con el estilo megalómano de Elon Musk, fundador de SpaceX, y para quien los proyectos empresariales se confunden con ambiciones personales. El lanzamiento estaba previsto para la una y media (hora local) pero se ha retrasado más de dos horas. Al final el viento ha dado una tregua y la operación se ha puesto en marcha. Todo ha salido según lo planeado en el despegue. El Falcon Heavy ha encendido sus 27 motores para propulsarse sobrecogedoramente hacia el cielo.A la altura prevista los dos Falcon laterales se han desprendido del central. Estos solo tenían la misión de dar más empuje al conjunto en una primera fase. Una vez cumplida su misión se han soltado y han hecho lo que hacen normalmente estos cohetes: regresar. Y los espectadores congregados en Cabo Cañaveral han disfrutado de la impresionante imagen de ver a dos cohetes posarse sobre la plataforma de despegue. Habían vuelto a casa.
El Falcon central, por su parte, ha continuado impulsado la cápsula donde va la carga. Pero llegado un punto …