Desde que Microsoft compró a ZeniMax Media por la cantidad de 7,500 millones de dólares reportada por Bloomberg, la comunidad gamer ha estado a la expectativa de lo que suceda con los juegos de los estudios que están bajo el velo de la segunda, es decir, Bethesda Softworks, Bethesda Game Studios, id Software, ZeniMax Online Studios, Arkane, MachineGames, Tango Gameworks, Alpha Dog y Roundhouse Studios.
Starfield es uno de esos juegos.

Anunciado en el E3 de 2018, Starfield es una nueva IP en la que está trabajando directamente Bethesda Game Studios, la desarrolladora que se ha encargado de pesos pesados como The Elder Scrolls IV: Oblivion, Fallout 3, The Elder Scrolls V: Skyrim y Fallout 4.
De hecho, es la primera IP original del estudio en 25 años.
Los ojos del fandom están puestos sobre Starfield y no es para menos; después de todo, lo está desarrollando el estudio responsable de varios juegos que se incluyen dentro de los mejores de toda la historia.
Por este antecedente es fácil asumir que Starfield será otra RPG de acción de mundo abierto, en una vena similar a lo que Bethesda ha hecho desde The Elder Scrolls III: Morrowind y que incluso le valió observaciones relativas a que aplicó la misma fórmula, pero adaptada al sci-fi postapocalíptico, cuando Fallout cayó en sus manos a partir de la tercera entrega.
Pero es hasta ahora, a propósito de una entrevista que Todd Howard, director de Fallout y The Elder Scrolls, dio a The Telegraph, que tenemos más certeza sobre lo …