Stephen Hawking, el destacado físico teórico británico, murió este miércoles 14 de marzo a los 76 años de edad, según reportes de la prensa inglesa que citan a portavoces de la familia.
"Estamos profundamente tristes por la muerte de nuestro padre hoy", dijeron sus hijos Lucy, Robert y Tim.
"Era un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado vivirá por muchos años", señalaron en un comunicado que cita BBC Mundo.
Su batalla contra la enfermedad
Aunque se desconocen los detalles de la causa del deceso, era de público conocimiento que Hawking padecía desde joven una enfermedad motoneuronal que lo mantenía paralizado (esclerosis lateral amiotrófica).
Así, el poder de su intelecto contrastó cruelmente con la debilidad de su cuerpo, devastado por la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad motriz que afecta a las neuronas y que le fue diagnosticada a la edad de 21 años.
Hawking pasó la mayor parte de su vida en una silla de ruedas. Cuando su condición empeoró, tuvo que recurrir a hablar a través de un sintetizador de voz y comunicarse moviendo las cejas.
La enfermedad lo estimuló a trabajar más duro, pero también contribuyó al colapso de sus dos matrimonios, escribió en sus memorias del 2013 “My Brief History”.
En el libro relató que, cuando recibió el diagnóstico inicial, “Sentí que era muy injusto, ¿por qué me iba a pasar esto?”.
“En ese momento, pensé que mi vida había terminado y que nunca cumpliría el potencial que sentía que tenía. Pero ahora, 50 años después, puedo estar tranquilamente satisfecho con mi vida”, …