¿Te has preguntado alguna vez por qué Steve Jobs, incluso en sus últimos días, mantenía esa peculiar mezcla de intensidad y serenidad? La respuesta podría estar en las llamadas "Zonas Azules", esos rincones únicos del planeta donde la gente vive más y es más feliz. Lugares como Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia o Icaria en Grecia, donde Dan Buettner (experto en longevidad) ha pasado dos décadas estudiando por qué sus habitantes no solo llegan a centenarios, sino que lo hacen con una sonrisa en la cara. Y aquí viene lo fascinante: muchos de los hábitos que Dan Buettner descubrió en estas zonas coinciden, casi proféticamente, con los que Steve Jobs practicaba.

¿Tienes suficiente dinero para hacer lo que quieres?

Cuando le preguntaron a Jobs sobre su mil millonaria fortuna, respondió algo revelador: "Ser el hombre más rico del cementerio no significa nada para mí". Para él, el dinero era una herramienta, no un fin. Mientras vivía en una casa relativamente modesta en Palo Alto, reinvertía su energía en crear productos que cambiarían el mundo. Sí, tuvo algunas excentricidades como su yate Venus, pero no se trata de ganar más, sino de tener suficiente para mantener la tranquilidad mental que nos permita perseguir nuestros sueños. Más no siempre es mejor, solo hay que tener lo suficiente.

¿Estableces y alcanzas tus objetivos de forma continua?

El famoso "campo de distorsión de la realidad" de Steve Jobs no era más que su manera de …