Capcom maquilla y arregla los múltiples errores de Street Fighter V con su Arcade Edition, una necesaria actualización.
Capcom, pese a sus altibajos en ciertas franquicias de suma importancia histórica como Resident Evil, es y siempre será uno de los pilares de la industria del videojuego que hoy conocemos. Por las sagas ya mencionadas, entre otras muchas más pero, sobre todo, por Street Fighter. No es su propiedad intelectual más vendida pero sí que es aquella e, importante, con la que ha mantenido un mejor nivel medio a lo largo de los años y sus múltiples entregas.
Street Fighter V, la última de ellas, trajo consigo una de cal y una de arena. En el centro, en el núcleo puramente jugable de la experiencia, la quinta entrega principal de la franquicia estaba a la altura del sobresaliente Street Fighter IV e incluso iba un paso más allá, rozando la excelencia. ¿El problema? Que todo lo demás no estaba a la altura de la marca: el contenido para un jugador era ínfimo y que llegaría por fascículos, la calidad de los servidores y el servicio online estaban lejos de ser óptima y, en general, Capcom realizó un pésimo trabajo de comunicación al respecto.Una de las decisiones, esta entre las mejores recibidas, que se tomó en el lanzamiento de Street Fighter V fue la de tratar esta entrega como un videojuego único, prometiendo no lanzar revisiones de compra obligada para los jugadores que quisieran tener todos los luchadores o escenarios como las versiones …