La compañía aérea sueca BRA llenó los tanques del avión de pasajeros ATR 72-600 con una mezcla de combustible convencional y un derivado de las grasas recicladas de cocina. Según el portal Defense Aerospace, la aeronave realizó con éxito un vuelo de unos 600 kilómetros entre Estocolmo y la ciudad sueca de Umea.