Surgida alrededor de Nintendo, pero con varios desarrolladores en su trayectoria, la saga Super Smash Bros ha sido uno de los alicientes más interesantes en las consolas de las últimas generaciones la firma japonesa. Dos décadas que partieron de la Nintendo 64 y, por el momento, parece no tener agotada su fórmula. Su llegada a la actual Switch era esperada; y ha estado a la altura.
Extenso, explosivo, divertido. Y, además de todo, original. Este flamante «crossover» de lucha permite hilar muy fino el universo de Mario y otros tantos personajes de series como Sonic, Zelda, Donkey Kong, Metal Gear Solid o Pac-Man. Franquicias añoradas como Castlevania o Final Fantasy. En total, unos setenta personajes, a cuál más peculiares. Un espectáculo de golpes cuyos luchadores, cada cual con sus mejores habilidades y armas, no solo forma parte de su atractivo.
Decantarse por uno u otro puede depender de muchos factores; porque por ejemplo Donkey Kong tiene movimientos más cadenciosos pero como te pille por banda estás arruinado. Lo más divertido puede ser probando al principio el comportamiento de cada uno en un alegato hacia el descubrimiento. Mario, por el contrario, da menos porrazos, pero es más habilidoso. Con Link, el callado guerrero de Zelda, tiene a manos su espada que te parte en dos.
El monumental título de lucha 2D dispone de un centenar de escenarios en donde probarse contra otros contrincantes en enfrentamientos individuales o por grupos, así como acceder a un modo multijugador online que, …