El trabajo desde casa, al que todavía obliga la pandemia, ha provocado que muchos hayan tenido que hacer cursillos acelerados de ciberseguridad desde el salón. Y es que, las prisas para adaptarse a la nueva realidad, el aumento de la superficie de exposición de las empresas en internet, y la falta de un grupo de expertos a mano, exigen que el usuario esté más atento que nunca a las amenazas. Especialmente, en lo que se refiere al phishing: los ataques en los que el ciberdelincuente suplanta a un tercero -como podría ser una compañía o una institución pública- y emplea ingeniería social para engañar a la víctima y robar información. Desde contraseñas hasta números de tarjera de crédito o direcciones.
La compañía de ciberseguridad Sophos ha realizado una investigación para descubrir cuáles son los «cebos» más peligrosos. Para ello ha empleado una herramienta que simula ataques de phishing y, de este modo, ver cómo reaccionan los empleados. La conclusión, después de realizar la prueba, es que los ataques adaptados a la nueva normalidad siguen siendo capaces de hacer mucho daño. «Estamos viendo ataques devastadores. Antes hemos estado hablando con una aseguradora del sector sanitario que lleva un mes afectada por un ciberataque. Con un 99% de posibilidades por culpa de un phishing. En estos momentos los ciberdelincuentes están planificando muy bien este tipo de ataques y están teniendo un gran éxito», explica a ABC Ricardo Mate, director general de Sophos.
Suplantando a la empresa
Los ciberdelincuentes pueden hacer mucho …