El puerto USB-C se ha popularizado tanto que la Unión Europea obligó a Apple a adoptar este estándar en sus iPhone. Sin embargo, aunque su diseño permite simplificar las conexiones entre dispositivos, también representa un riesgo potencial al ser una vía para introducir "circuitos maliciosos".
Según TechSpot, estos cables fueron diseñados originalmente para transferir datos, audio, video y energía en un solo componente. Esta versatilidad influye en la variación de sus precios, ya que factores como la calidad de construcción, la marca y las características adicionales pueden impactar su costo.
A pesar de sus ventajas, el diseño del USB-C también presenta riesgos. Un nuevo estudio revela que algunos cables pueden contener "circuitos maliciosos" capaces de comprometer la seguridad de los usuarios. Estas vulnerabilidades permiten la ejecución de código malicioso en los equipos, lo que facilita la extracción de datos personales o el acceso a información específica, como las pulsaciones de teclas.
Cables normales pero peligrosos
Un ejemplo de este riesgo es el cable USB-C O.MG, desarrollado por Mike Grover con fines de investigación en seguridad. Este accesorio busca concientizar a usuarios y empresas sobre la existencia de hardware malicioso que podría ocultarse en cables aparentemente normales, gracias a componentes de rastreo en su estructura.
La empresa Lumafield realizó una investigación con el uso de un escáner de rayos X industrial Neptune, el cual permite analizar el diseño interno de estos accesorios sin necesidad de desmontarlos. Este …