«Alexa, enciende la luz de la cocina». «OK Google, reproduce “The Witcher” en Netflix». «Oye Siri, qué temperatura hace». Estos son algunos ejemplos de instrucciones de voz que permiten los llamados asistentes digitales. Software que empiezan a modular los aparatos electrónicos domésticos en esa búsqueda por cambiar la manera en la que los seres humanos se relacionan con las máquinas. Y que ha tenido un primer acercamiento desde los altavoces inteligentes.
A la hora de la verdad, sin embargo, los consumidores, muchas veces, desconocen sus posibilidades, qué tipo de producto se adapta mejor a sus necesidades y qué ventajas pueden tener. Es un negocio que crece exponencialmente. El 19% de los dispositivos domésticos en Europa son altavoces inteligentes, según la consultora IDC. En general, la elección de uno de estos dispositivos se reduce a tres tipos de asistentes, Siri (que es de Apple), Alexa (desarrollado por Amazon) y Assistant (que pertenece a Google). En función de los hábitos y necesidades de cada consumidor deberá optar por uno u otro, y es ahí desde las ramificaciones se extienden.
Porque, por lo pronto, el ecosistema de voz basado en Alexa es más amplio. Está integrado en innumerables dispositivos electrónicos de muchas marcas, con lo que no es necesario contar con un producto de la gama Echo, los altavoces inteligentes de Amazon, para utilizarlo. Ya es posible encontrarlo en equipos como barras de sonido, televisores, neveras o lámparas. Su funcionamiento es simple y opera a través de las llamadas «skills», microaplicaciones con …