Si todo va según lo previsto la NASA probará mañana, 2 de julio de 2019, el sistema de escape de la su cápsula tripulada Orión. Para ello un cohete especialmente diseñado para esta prueba, conocida como Ascent Abort-2, despegará del Complejo de lanzamiento 46 de Cabo Cañaveral. Está pensado para dar las mismas prestaciones que el cohete que en algún momento lanzará las Orion. Como carga útil lleva un simulador de una Orión convenientemente lleno de sensores para recoger todos los datos necesarios de la prueba.
La idea es que a los 55 segundos del despegue y a una altura de unos 10.000 metros y una velocidad de 1,5 Mach se active el sistema de escape –la torre con motores que corona todo el invento– para que se lleve a la Orión simulada lejos del cohete. Los 55 segundos no son un momento escogido al azar sino que se corresponden con el momento de máxima presión aerodinámica sobre el cohete; el peor momento para que algo pueda fallar.
Lo que tiene que pasar tras la activación del sistema de escape es que en quince segundos la cápsula tiene que ganar casi cuatro kilómetros de altura para poner aire de por medio. A partir de ahí el sistema de escape reorienta la cápsula y se separa de ella para que se puedan activar sus paracaídas y para que descienda suavemente en el mar. Sus ocupantes quedarían un poco sacudidos pero sanos salvos. Sólo que en la prueba de mañana la parte …