A partir de hoy, una de las grandes ventajas de los coches eléctricos se disfuma en la Unión Europea; o al menos, en parte. Hablamos, por supuesto, de que los coches eléctricos apenas hacen ruido comparados con los que usan motores de combustión. No tienen salidas de escape que “petardeen” ni tantas partes móviles que choquen o rocen entre ellas; aunque si te fijas, es muy probable que escuches un característico “zumbido”, pero puede ser imperceptible, sobre todo en ciudad.
Y ese es precisamente el problema. Aunque la contaminación acústica que producen los coches en la ciudad es un problema importante, también lo es la seguridad de los peatones; especialmente de aquellos que dependen en exclusiva de estos ruidos, como las personas ciegas. Incluso si no lo somos, puede que un coche eléctrico nos pueda sorprender en más de una ocasión cuando crucemos la acera o cuando vayamos por una calle predominantemente peatonal.
El ruido en los coches eléctricos ya es obligatorio por ley
Para evitar este tipo de accidentes se ha establecido una nueva ley a nivel europeo, que requiere que todos los vehículos eléctricos emitan ruido. En concreto, se requiere de la instalación de un sistema AVAS (Sistema Acústico de Alerta de Vehículo), que se active cuando el coche circule a menos de 20 km/h; es decir, la velocidad habitual a la que vamos por calles pequeñas o en zonas con mucho tráfico, así que el sistema no se activará en las grandes calles o en las autopistas. Además, el sistema …