Cuando pensamos en gaming, Apple nunca ha sido la primera opción. Los Mac, el iPhone… siempre se han percibido como algo más enfocado a la productividad o uso casual. Cualquier cosa menos ser dispositivos gaming. Sin embargo, en un giro inesperado, el iPhone se está posicionando como una plataforma capaz de rivalizar con las consolas de nueva generación. Todo gracias a un catálogo de juegos AAA que, hasta hace poco, parecía imposible de imaginar en un móvil.
Una bestia de consola en nuestro bolsillo gracias a Apple Silicon
Todo comienza con la brutal potencia de los procesadores de Apple. El chip A17 Pro, presentado en 2023, marcó un antes y un después al incluir aceleración de trazado de rayos en tiempo real, algo reservado hasta entonces para consolas como la PlayStation o la Xbox. ¿El resultado? Juegos como Resident Evil y Death Stranding luciendo en el iPhone con un nivel gráfico que hace sudar a más de un PC gaming.
Pero el verdadero salto llegó en 2024 con el chip A18 y A18 Pro. Este procesador no solo aumentó un 40 % el rendimiento gráfico, sino que también solucionó problemas clave como el consumo energético y la estabilidad térmica. Gracias a él, títulos como Assassin’s Creed Mirage funcionan a 60 FPS en un mundo abierto de 18 km², sin tiempos de carga más allá de unos cuantos segundos.
Históricamente, el binomio Apple-videojuegos ha sido conflictivo. La …