Es extraño. Nunca creí tener que escribir sobre algo parecido, pero aún así, aquí estoy. No por nada, sino porque he sido usuario de Windows desde que tengo uso de razón y gran parte de la culpa la tiene mi afición por los videojuegos, siendo el sistema operativo más confiable y compatible con la mayoría de títulos que salen en el mercado. Pero repito, aún así, aquí estoy. Aunque, como todo, tengo mis razones y desde luego, no me arrepiento en absoluto.
Creí que macOS iba a ser todo un infierno para mí a la hora de adaptarme a este sistema. Sin embargo, es como si un viejo amigo me estuviese esperando con los brazos abiertos. Para dar algo de contexto, necesitaba un ordenador portátil ultraligero y con una gran batería para poder trabajar cuando estoy fuera o se me requiere para algún evento. Sabiendo ya de por sí que los portátiles ultraligeros son relativamente caros independientemente de las especificaciones técnicas que puedan tener, en mi interior había una semilla que comenzaba a crecer y era la curiosidad de probar de primera mano lo que había hecho Apple con sus procesadores propios basados en ARM.
Dando el paso hacia un mundo desconocido
Tras debatirlo seriamente con la almohada, decidí decantarme por un MacBook Air con chip M2. Ligero, gran batería, eficiente y más que suficiente para todo lo que voy a hacer con él. Ya tengo el PC de escritorio en casa para jugar, así que supe que este equipo …