Chernóbil fue uno de los grandes desastres del mundo moderno. En 1986, el reactor de su central sufrió daños severos, enviando una nube radiactiva hacia las poblaciones más cercanas y posteriormente extendiéndose por toda Europa. El lugar quedó abandonado, murieron decenas de personas en el momento y luego más de medio millón sufrieron secuelas por la radiación. Sin embargo, ahora se ha convertido en un auténtico santuario para la fauna y flora que sobrevive allí sin influencia del ser humano, aunque existan graves peligros de radiación.De hecho, ya hablamos en su momento de los lobos de Chernóbil y su resistencia a la radiación. Sin embargo, ahora es turno de hablar otro animal, mucho más pequeño, ignorado por muchos: los gusanos.Los gusanos de ChernóbilLos gusanos suelen estar estupendamente preparados para vivir en condiciones hostiles. De hecho podemos encontrarlos con vida en el lago más hostil del planeta, algo que resulta sorprendente. Ahora, un reciente estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Nueva York y publicado en PNAS, ha demostrado un hallazgo bastante relevante inhóspita Zona de Exclusión de Chernóbil.Allí, varios cientos de nemátodos (Oscheius tipulae), unos gusanos microscópicos que habitan en la tierra, han demostrado tener una extraordinaria resistencia a la radiación. Estos organismos, encontrados en áreas donde los niveles de radiación son significativamente elevados, han logrado sobrevivir sin sufrir daños aparentes en su estructura de ADN, un hallazgo que rompe con lo esperado en condiciones tan extremas.Lo sorprendente de estos nemátodos no es solo …