Corría el año 1988 cuando Rusia y China hablaron por primera vez de crear un puente que uniese las dos naciones para mejorar el transporte de mercancías, pero no fue hasta diciembre de 2016, tras 28 años de negociaciones, que el proyecto se puso en marcha. Tres años más tarde, la construcción del puente de dos carriles sobre el río Amur que une Blagoveshchensk (Rusia) y Heihe (China) se ha completado y está preparado para empezar a funcionar en 2020.
Cada uno de los países ha construido su propia parte, si bien la mayor parte de la infraestructura se encuentra en suelo ruso. Para ser exactos, de los casi 20 kilómetros de enlace, 13 kilómetros están en Rusia y siete kilómetros están en territorio Chino. Es interesante que la longitud del puente es de poco más de un kilómetro, ya que gran parte de la infraestructura corresponde a los accesos.
Un puente que se ha hecho de rogar
Ya en 1988 se hablaba de los lazos que unían Blagoveshchensk y Heihe. Al ser dos "puertos comerciales", en ambas ciudades podían leerse carteles escritos en ambos idiomas, ver camiones cruzando el río congelado para llevar madera, cemento y fertilizantes a China y ciudadanos chinos que cruzaban la frontera para ir a trabajar a Siberia. Solo en 1988, el comercio entre Rusia y China ascendía a 1.800 millones de dólares, según Los Angeles Times. En 2018 superó los 100.000 millones de dólares, récord histórico.
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