Son muchos los contenidos que almacenamos en nuestro iPhone y que ocupan espacio en él. Desde las fotos hasta las películas que descargamos hasta las mismas aplicaciones que instalamos. Unas aplicaciones que, en algunos casos, pueden llegar a pesar varios GB y que podemos desinstalar sin eliminar del todo para recuperar el espacio en nuestro iPhone y evitar que se sature el almacenamiento.
Cuanto más opcupada tengamos la memoria, más se ralentizará, por lo que siempre es recomendable dejar unos cuantos gigas disponibles para que esto no suceda. Lo mejor en este caso es desinstalar aplicaciones, que si bien sirve justamente para ese propósito, se guarda todos los datos esenciales para que, si algún día la vuelves a instalar, todo siga tal cual lo dejaste.
Desinstalar no afecta a los datos de la aplicación
La gracia de desinstalar aplicaciones es que eliminamos un contenido que podemos volver a recuperar muy fácilmente. Dicho de otro modo, eliminamos, sí, pero no perdemos sus datos. Una simple descarga desde el App Store y todo vuelve a la normalidad.
Aquí es importante que tengamos en cuenta que de una aplicación hay dos cosas que ocupan espacio. Por un lado, tenemos la aplicación en sí, el ejecutable, mientras que por el otro están todos los datos que la aplicación guarda. Desinstalar una aplicación elimina la aplicación, pero no los datos, mientras que eliminarla acaba con todo.
Y es esta …