El temor a que alguien pueda «hackear» la webcam de nuestro ordenador no es algo genuino. Seguramente, en más de una ocasión habrá visto algún dispositivo que tiene la cámara cubierta por un trozo de papel con el objetivo de evitar que, en caso de que alguien pueda acceder por la puerta de atrás, consiga grabar algún momento íntimo. Incluso hay quienes deciden abrir su «smartphone» o portátil y quitarles la cámara directamente. Sin embargo, hay otros medios que podemos emplear para evitar ser espiados y que no resultan tan drásticos.

«Hackear una webcam es bastante sencillo. Hay muchas formas a través de las cuales se puede hacer», explica el experto en ciberseguridad Deepak Daswani a ABC. Y es que el pirata de turno puede intentar aprovecharse de cualquiera de las numerosas vulnerabilidades que existen en un software. Algo que puede dejar nuestro dispositivo indefenso frente a un virus.

De este modo, el medio a través del que un «hacker» puede conectar la webcam sin que nos demos cuenta es un malware. Este sería instalado previamente en una página web. En caso de que se interaccione con el portal en cuestión, el dispositivo podría verse infectado por un virus, el cual terminaría provocando que la cámara del «smartphone», ordenador o tableta se conectase sin que fuésemos conscientes.

Este tipo de amenazas pueden ser bastante habituales en páginas de contenido pornográfico. En estos casos, el objetivo del «hacker» suele ser el de grabar a una persona mientras consume material para adultos …