Miniordenador de bolsillo, aparato imprescindible para nuestras vidas, el teléfono móvil es un objeto tan necesario hoy en día que incluso en vacaciones no podemos prescindir ni un segundo. Los hábitos de los ciudadanos han cambiado con la popularización de este invento. No es poca cosa, puesto que según algunas estimaciones se consulta unas 150 veces al día, y a veces ni siquiera nos damos cuenta.

Y, claro, llegan las vacaciones y nos lo llevamos a cuestas; a la piscina o hasta a la playa. No reparamos que, en muchas ocasiones, se ponen en riesgo los dispositivos electrónicos. El agua y las altas temperaturas son algunos de los principales peligros. Entre algunas recomendaciones a tener en cuenta se pueden destacar, por un lado, llevar cuidado con el agua o evitar el sol directo.

Evitar el agua, sobre todo si es del mar
Hace unos años era casi impensable sumergir un móvil bajo el agua. Ahora, muchos de ellos, sobre todo los de alta gama, son bastante resistentes. Es una característica que se ha generalizado. Es muy útil, pero no es perfecta. Dependiendo del modelo que se tenga, es posible que aguante una media hora a un metro y medio de profundidad. Pero nunca, nunca, es conveniente acercarlo al agua de mar que, por sus condiciones (la sal, vaya), puede estropear la electrónica a los pocos segundos de estar en contacto. Lo más probable es que sea resistente a salpicaduras, y poco más. A veces, también, por culpa del cloro …