Los 90 fueron mágicos, una década en la que el Nintendo 64 recibió títulos que habrían de cambiar por siempre los prejuicios que se tenían sobre los first person shooters (FPS) hechos para consolas.
Mucho se dice acerca de que GoldenEye 007 fue el título que propuso todo lo que tenía que proponerse sobre el tema, pero quien sostenga esa aseveración solo tiene una parte de la historia real.
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En 1997, el extinto publisher Acclaim lanzó al mercado Turok: Dinosaur Hunter, juego que ponía al usuario en los zapatos de un nativo americano que debía explorar los confines de una dimensión en la que el tiempo no tiene significado, y habitada por dinosaurios y criaturas monstruosas, para encontrar las partes de un artefacto que puede destruir las barreras del espacio-tiempo.
Turok fue un estupendo FPS que mezcló las dinámicas de shooters como Doom, con un enfoque de exploración estilo Tomb Raider.
Pero justo cuando todos pensaban que Acclaim sería incapaz de superar la propuesta de Turok, un año y medio después lanzó Turok 2: Seeds of Evil, uno de los mejores títulos del N64 (y uno de los juegos favoritos de quien esto escribe).

Ambos títulos encapsulan una época en la que las sorpresas eran incesantes en el N64, plataforma de grandes capacidades, pero que tristemente se quedó atrás de la competencia en razón de sus propias limitantes.
Pero para revivir las glorias del N64 y los FPS, cbr.com descubrió que los dos Turok llegarán al Nintendo Switch …