Más de un siglo después de su descubrimiento, la tumba del faraón Tutankhamon sigue revelando secretos que teníamos justo delante sin darnos cuenta. El hallazgo que transformó la arqueología en 1922 no solo dejó un tesoro de valor histórico y artístico incalculable, sino también pistas sobre un complejo ritual funerario completamente ignorado hasta ahora. Los investigadores han concluido que la colocación de los objetos en la tumba no fue al azar, sino parte de una ceremonia meticulosamente planeada.Un estudio publicado en New Scientist plantea que el joven faraón podría ser el inventor de una elaborada liturgia funeraria. Los expertos han descubierto que la disposición estratégica de los más de 5.000 objetos que acompañaban al monarca seguía un patrón ceremonial nunca documentado en entierros anteriores, lo que sugiere una innovación religiosa que influiría en las prácticas funerarias de los siguientes reyes egipcios.El ritual oculto a simple vista durante un sigloLa innovación real estaba en cómo se organizaron los tesoros dentro de la cámara funeraria. Los arqueólogos han identificado que estos objetos no estaban simplemente guardados, sino colocados con precisión para recrear una procesión simbólica que guiaría al rey en su tránsito hacia el más allá. Este descubrimiento contradice la teoría de que la tumba, más pequeña que otras reales, se había preparado con prisas tras la muerte repentina del joven gobernante.Entre los elementos más llamativos de este ritual figuraban las extrañas momias con lenguas de oro, una práctica que parece haber surgido en este período y continuado después. La ubicación específica …