Uno de los grandes logros de Twitter ha sido saber escuchar a la comunidad que soporta la plataforma. Muchas de las funciones que se han incorporado desde 2006, momento en el que la red de micromensajes apareció, nacieron de los propios usuarios. Las usaban antes de hacerse realidad como el empleo de los «hashtag» o la opción de «retuitear». Una de las grandes peticiones históricas no se llegará a implementar «posiblemente nunca», aseguró recientemente
Jack Dorsey, fundador de la compañía estadounidense, en relación a la posibilidad de editar «tuits».Una función atrevida que, sin embargo, puede cambiar al completo la filosofía primigenia con la que nació el servicio, con clara vocación por ajustarse al tiempo real. Con un botón de editar, los usuarios podrían dar un mal uso de la aplicación, apuntó Dorsey. En su opinión, si alguien publica un mensaje, otro usuario lo «retuitea» y a la media hora el usuario primero edita el contenido podría hacer que se divulgue un mensaje totalmente contrario al del principio.
Se trata de una función controvertida que, sin frivolizar, presenta tantas ventajas como inconvenientes. La comunidad siempre ha estado dividida entre aquellos usuarios que abogan por mantener inalterada la función y los que defienden, aunque con algunas limitaciones, un cambio para corregir, entre otras cosas, las erratas que se producen generalmente por las prisas.
Corrección de errores puntuales como gran ventaja. Este es el motivo principal -y la principal ventaja- por lo que se reclama la posibilidad de editar mensajes. Por diversos …