El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) afirmó hoy que Rusia está detrás del ciberataque que el pasado martes afectó a empresas e instituciones de numerosos países del mundo. El virus, denominado NotPetya, fue dirigido primero contra Ucrania, según el SBU, desde donde después se propagó a otros puntos del planeta.
Los servicios de inteligencia ucranianos sostienen en el comunicado difundido hoy que los autores del último ciberataque global «son los mismos hackers» que en diciembre de 2016 sembraron el caos en Ucrania en bancos, transportes e infraestructuras energéticas. Kiev asegura que tales conclusiones están siendo corroboradas por compañías multinacionales de ciberseguridad. La traza seguida lleva a los servicios secretos rusos (FSB o antiguo KGB), cuyo objetivo, de acuerdo con las pesquisas del SBU, consistía en «destruir datos importantes, obstaculizar el funcionamiento de las instituciones públicas y hacer que cundiera el pánico».
Se vieron perjudicados los sistemas informáticos del Gobierno ucraniano, del Ayuntamiento de Kiev, además del aeropuerto de la capital, Boríspol, entidades financieras, operadores de telefonía, medios de comunicación y hasta la fatídica central nuclear de Chernóbil, escenario, en 1986, del mayor accidente nuclear civil de la historia. La planta está cerrada, pero se siguen vigilando los niveles de radiactividad y el ataque informático obligó a efectuar las mediciones de forma manual.
Pero Moscú niega categóricamente cualquier implicación en lo sucedido. De hecho hubo también empresas e instituciones rusas que se vieron afectadas, entre ellas la petrolera estatal «Rosneft». De ahí que muchos especialistas en seguridad cibernética descartaran en …