Lo que apuntaba en un principio a ser un viernes tranquilo se convirtió ayer en una pesadilla digital a nivel mundial. En España, un alto número de empresas españolas tuvieron que paralizar sus jornadas laborales por un ciberataque masivo. El nuestro es el tercer país más afectado, por detrás de Rusia y Taiwán, por un ciberataque que ha resultado tener dimensión global y que los expertos han calificado de «muy virulento». Los expertos creen que se ha extendido hasta en 74 países, llegando a paralizar y afectar en distinto grado a sistemas sanitarios, como los de Reino Unido y Estados Unidos.
La empresa rusa de seguridad informática Kaspersky había estimado al cierre de esta edición en más de 45.000 los ciberataques perpetrados por el virus del tipo «ransomware» solo durante la jornada de ayer, que golpeó a infraestructuras básicas en multitud de países. «Las cifras siguen aumentando inusitadamente», apuntó Costin Raiu, director de Investigación de Análisis del Laboratorio Kaspersky.
En España y hasta que se confirmó que el ataque era a escala mundial, la propagación de un virus informático recibido por correo electrónico a la sede central de Telefónica fue letal. Resultó ser una de las empresas españolas más afectadas por el ataque de «malware» y obligó a apagar su red interna mientras se resolvía el problema, sacudiendo a decenas de proveedores y clientes. Los ciberdelincuentes, de origen chino según las primeras hipótesis, lograron bloquear numerosos ordenadores por un ataque de «ransomware» o secuestro digital de datos, que exige …