Bajo la selva amazónica, en lo más profundo de Sudamérica, fluye un río invisible a los ojos humanos. Su existencia fue revelada en 2011, pero sigue envuelto en incertidumbre. Con 6.000 kilómetros de extensión, avanza de manera imperceptible, desafiando lo que sabemos sobre la geografía del continente. ¿Es realmente un río o algo completamente diferente?