Lo que parecía un sitio común de excavación se convirtió en un hallazgo arqueológico extraordinario. En China, un equipo de arqueólogos encontró una tumba perfectamente conservada de la dinastía Ming, una reliquia del siglo XVI que permaneció intacta a lo largo del tiempo. Lo que había en su interior dejó atónitos a los investigadores: un conjunto de objetos de incalculable valor que revelan los secretos de una de las épocas más fascinantes de la historia china.