El conocimiento nos hará libres. O no. Porque ese conocimiento acerca de lo que las redes sociales comercializan con nuestros datos personales no evitará, al menos desde una perspectiva actual, que la información que seguimos cediendo voluntariamente a cambio de utilizar las redes sociales sea utilizada para generar ingresos por publicidad personalizada. En cambio, un servicio de pago sí puede alentar a aquellos defensores a ultranza de la privacidad.
Una posibilidad que, tras saltar el escándalo de Cambridge Analytica, ha vuelto a girar alrededor de la multinacional estadounidense Facebook. A partir de un estudio de mercado encargado en las últimas semanas, la mayor red social del mundo busca despejar la gran incógnita, cobrar o no cobrar. Según informa «Bloomberg», la compañía quiere estudiar si una versión sin publicidad que recoja una ínsula de suscripciones puede estimular a los usuarios a formar parte de la comunidad e, incluso, lograr aumentar el crecimiento de la masa social.
Un modelo de pago por suscripción, que funciona de manera consistente en servicios en los que se accede a un contenido concreto como puede ser Netflix o Spotify, puede ser beneficioso para ciertas compañías. La pregunta es obvia: ¿pagaría usted por tener acceso a Facebook? Es una estrategia ya valorada en el pasado la compañía fundada por Mark Zuckerberg, pero nunca se había fraguado tal posibilidad con tanta fuerza. La crisis de la filtración de datos ha supuesto un punto de inflexión en la compañía, que intenta huir hacia delante con el refuerzo de dos …