Filmes de Pixar, el Universo Cinematográfico de Marvel o la saga protagonizada por Tom Cruise, Misión: Imposible, parecen no tener relación alguna... si no fuese por las pequeñas referencias, claro está.
Gracias a los llamados easter eggs, diversas películas se vinculan de una forma muy particular con otras o bien, con otros productos pertenecientes al mundo del entretenimiento. Ejemplo de ello, es la aparición del casco original de Ant-Man en Avengers Endgame o la primer mención de Doctor Strange en Capitán América y el soldado del invierno. Pero existe uno que ha traspasado directores, franquicias y hasta estudios.
El código A113. Las películas de Pixar, famosas por su detallismo, suelen incluir el dicho patrón alfanumérico en ciertos momentos de sus filmes. Por ejemplo, en Toy Story, aparece en la matrícula del auto de la madre de Andy. En Wall-E, se ve en el robot que trata de tomar el control de la nave espacial. Incluso en Bichos, sobre una caja abandonada en la ciudad a la que llega Flik.
El lugar que lo originó todo. Aunque parezca el surgimiento de alguna teoría de conspiración, en realidad se trata de un tributo a la formación académica de los animadores y al tiempo que pasaron en el aula A113. Perteneciente al Instituto de de las Artes de California, el número se volvió en un ícono para aquellos que se formaron profesionalmente en dicho salón de clases.
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