En las profundidades de la Tierra, un océano de hierro fundido genera el campo magnético que nos protege de la radiación solar. Sin embargo, este sistema no es perfecto, ya que una región debilitada del campo, conocida como la Anomalía del Atlántico Sur (AAS), está causando serios problemas para los satélites y la Estación Espacial Internacional (ISS). Según Science Alert, esta "abolladura" magnética expone a las naves espaciales a partículas cargadas que pueden dañar sus sistemas electrónicos y compromete tanto su funcionamiento como su longevidad.
Aunque en la Tierra estamos protegidos por la atmósfera, la AAS representa un desafío creciente para la tecnología espacial. Según CNN, la anomalía se está expandiendo y debilita aún más el campo magnético, lo que aumenta el riesgo de fallos en equipos críticos y obliga a los operadores de satélites a apagar sus sistemas al atravesar esta región.
El núcleo de hierro fundido: la fábrica del campo magnético de la Tierra
El campo magnético terrestre se genera por los movimientos del hierro fundido en el núcleo externo del planeta, situado a unos 3,000 kilómetros bajo la superficie. Según Daily Galaxy, este fenómeno conocido como geodinamo produce un escudo protector alrededor del planeta que desvía las partículas solares cargadas.
Sin embargo, no todo es uniforme en este sistema. Bajo el continente africano, una densa estructura llamada la Provincia Africana de Baja Velocidad de Corte está alterando el flujo del hierro fundido y debilita el campo magnético en la …