En este acongojante vídeo de se puede observar cuán realista es el simulador de «barco hundiéndose» que la Marina Real británica utiliza para entrenar a todo marino que se suba bordo de un barco de guerra. La idea es que todos sepan lo que hacer en caso de emergencia: brecha en el casco, si el barco se está hundiendo o si hay que achicar agua. En el vídeo Tom Scott y una pandilla de amiguetes indocumentados se enfrentan tras un poco de entrenamiento a las tres pruebas que normalmente se deben superar, de menor a mayor dificultad.
El simulador, llamado DRIU (Damage Repair Instructional Unit) es como un barco de mentirijillas, un decorado con tres cubiertas pero con los mismos materiales y medidas que los de verdad. Los materiales, los sistemas de emergencia (iluminación, etcétera) y hasta las herramientas que se han de emplear son idénticas: básicamente grandes mazos, cuñas de madera y vigas de diversos materiales.
El simulador puede soltar por ciertos agujeros chorrazos de agua a presión para simular una brecha de forma realista (a partir de 120 psi = 8 bares). Además de eso todo el «barco» se puede inclinar hasta 15° en varias direcciones (se empieza por 5°) para darle un poco de emoción a la cosa. Un equipo de instructores está al tanto en todo momento, porque la escena es quizá demasiado realista y un poco peligrosa, aunque el agua, la iluminación y el humo se pueden controlar a voluntad (y hacer desaparecer en instantes). …