Un caza ruso Sukhoi Su-35S (Flanker-E, en designación OTAN) exhibiendo su maniobrabilidad y capacidad de vuelo durante casi ocho minutos. En algunos momentos parece que eso de la física y la aerodinámica no van con él, por ejemplo durante este derrapaje vertical o en este otro momento en el cual el caza queda colgado del cielo gracias a su toberas orientables. ¡Pardiez!
No está mal teniendo en cuenta que se trata de un caza de los años de 1980: el Su-35 voló por primera vez hace ahora justo 29 años siendo ya un derivado de un modelo anterior, del Su-27 de 1985.
En el caso de esta variante con apellido “S” (Su-35S) se trata de una puesta al día introducida en 2010 que incrementa todavía más su maniobrabilidad gracias a la incorporación las toberas orientables. Esto significa que el piloto puede modificar el ángulo con el que se expulsa el chorro de gases que le proporcionan el empuje en una dirección diferente a la trayectoria que sigue el avión.
Este tipo de empuje se aplica en cohetes y misiles para dirigir su trayectoria y mantener el equilibrio durante el despegue. En aviones el ejemplo más conocido es el del Harrier, capaz de despegar verticalmente, aunque también lo utilizan el Eurofighter, algunos modelos de F-15, F-16 y F-18 o el F-22 Raptor, entre otros.
Esa característica unida a la potencia de los motores hacen que el avión vuele a ratos como un cohete y ratos como un avión. Desde luego en …