La inteligencia artificial está mejorando muchos aspectos de nuestra sociedad. Automatiza procesos y mejora nuestras capacidades, pero, como toda herramienta, su uso depende de quien la empuña. Recientemente, se dio a conocer que una firma multimillonaria de Hong Kong perdió 200 millones de HKD (438 millones de pesos) debido a que un empleado de finanzas autorizó dicho pago a un deepfake del Director Financiero (CFO) de la empresa.
El empleado reporta que recibió un correo sospechoso, ya que parecía phishing, pero después de entrar a una llamada en la que estaba el falso CFO y también compañeros de trabajo generados con IA, bajó la guardia. Esta situación no es nueva para la fuerza policial de Hong Kong.
Según lo reportado por diversos medios, el superintendente de la Oficina de Ciberseguridad, Tecnología y Delincuencia, Baron Chan, explica que con anterioridad han dado seguimiento a casos de estafas mediante deepfakes. Sin embargo, en todas las anteriores, el contacto era solo entre dos personas; en esta ocasión, fueron varios individuos haciéndose pasar por otras personas. "Esta vez, en una videoconferencia multitudinaria, resulta que todos los que [vio] son falsos", dijo Chan.
De ese modo, el empleado hizo la transferencia de dinero, solo para darse cuenta al poco tiempo que había caído en una estafa. Esta situación enciende las alarmas, pues aunque afectó a una empresa con mucho dinero, es algo que puede suceder a distintos niveles y en distintos contextos.
El gran problema de …