De las dos escenas que Marvel Studios ha insertado en los créditos de su último filme, una tiene bastante chicha, y la otra, motivos para sonreír. ¡ALERTA DE SPOILERS!
Como no podía ser de otro modo porque es lo que manda la costumbre en el Universo Cinematográfico de Marvel, su décima sexta entrega, Spider-Man: Homecoming, contiene un par de escenas poscréditos como guinda al satisfactorio espectáculo que uno ha visto justo antes. Esto suele servir para aguijonear las probables ganas que nos han quedado de ver más sobre este cosmos de superhéroes, de que la siguiente película se estrene lo antes posible sin conseguir saciarnos nunca. Y uno se percata al final de los créditos en esta nueva peripecia del adolescente mutado de que Marvel Studios es muy consciente de ello, y se permite el lujo de bromear acerca de las ansias de los espectadores por que continúen sus aventuras.
Por la ambigüedad de las palabras del Buitre en la primera escena, los espectadores no saben lo que quiere decir con ellas exactamenteLa primera escena añadida, en realidad, es intercréditos, ya que no han terminado cuando es insertada. En ella, vemos que Adrian Toomes (Michael Keaton), que se transforma en el Buitre con su traje alado de tecnología alienígena, ya es carne de prisión después de que le hayan capturado gracias a Spider-Man. Se encuentra en un pasillo con uno de los que eran sus compinches, Marc Gargan (Michael Mando), que también había sido detenido pero antes, en el Ferry de …