A mediados de 2016 los científicos de la European Organisation for Astronomical Research con sede en Chile descubrieron Próxima b, el exoplaneta que orbita a Proxima Centauri y que lo convierte en un posible lugar habitable para los seres humanos. Desde ese momento se pensaba que dada la distancia 4.25 años luz de nuestro Sol, aproximadamente, la existencia de agua era posible y, por tanto la existencia de vida. Pero, al parecer, esa posibilidad se escabulle cada vez con más claridad ante el comportamiento de Proxima Centauri.
Utilizando datos del Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA), un equipo de astrónomos descubrió que una potente erupción estelar estalló en Próxima Centauri en marzo de 2017. Este hallazgo, pone en jaque la habitabilidad de Proxima b. Y es que en el apogeo del estallido, Proxima Centauri multiplicó su brillo por 1,000 durante 10 segundos.
Meredith MacGregor, astrónoma del Carnegie Institution for Science, lo explica así:
"24 de marzo de 2017 no fue un día normal para Proxima Centauri... Es probable que Proxima B fuera arrasado por radiación de alta energía durante esta llamarada evaporando cualquier atmósfera u océano y esterilizando la superficie, sugiriendo que la habitabilidad pueda requerir algo más que estar a la distancia adecuada de la estrella anfitrión para tener agua líquida”.
Lo cierto es que las llamaradas estelares no se han estudiado bien en las longitudes de onda milimétricas y submilimétricas detectadas por ALMA, especialmente alrededor de las estrellas del tipo de Proxima Centauri, llamadas enanas M, que son las más comunes …