Analizamos el documento de salida a bolsa de Snapchat y las dudas no hacen más que incrementarse.
La oferta pública de venta (IPO, por sus siglas en inglés) de Snapchat está llamada a ser una de las más grandes de los últimos años, pero también una de las más complicadas en el largo plazo por la situación que ha obligado a la compañía a hacerla pública. Con la presentación a la SEC (la entidad reguladora de los mercados estadounidenses), y la posterior publicación su informe financiero de oferta pública, las dudas sobre el momento y, sobre todo, de las circunstancias en las que la compañía ha solicitado su publicidad, se han acrecentado.
Lo cierto es que, aunque la salida a bolsa de LinkedIn ya arrojó algunas dudas acerca del modelo de este tipo de compañías de gran crecimiento, la tracción de la red social profesional sí que ha revelado, aún con la compra de Microsoft, que era sostenible en el tiempo y, desde luego, atractiva para los inversores por su valor único en el mercado. Al fin y al cabo, el modelo de negocio de LinkedIn ya contaba con un sistema de monetización solvente más allá de un ARPU (ingreso medio por usuario) basado en impresiones publicitarias, lo que eliminaba parte del riesgo latente en el futuro del modelo de ingresos.
No obstante, el S-1 Snapchat Snap Inc. (el documento de salida a bolsa) sí que arroja algunas dudas sobre el futuro de la compañía, por mucho que hayan sido especialmente honestos, concisos …