Las plantas están conectadas por una red subterránea de hongos que actúa como un internet vegetal, permitiéndoles intercambiar nutrientes e información química. Esta red, conocida científicamente como "micorrícica" por la simbiosis entre hongos y raíces, podría tener un lado oscuro que nadie había contemplado hasta ahora: en lugar de ser un sistema de cooperación, podría funcionar como un campo de batalla químico donde las plantas compiten y se sabotean entre sí.Un nuevo estudio publicado en PNAS ha puesto en duda la naturaleza colaborativa de estas conexiones subterráneas. Los investigadores de la Universidad de Oxford y la Universidad Libre de Amsterdam sugieren que las plantas podrían estar usando esta red para engañar y perjudicar a sus competidoras, un comportamiento que contradice la visión idílica que teníamos hasta ahora.La red subterránea de las plantas: ¿sistema de cooperación o campo de batalla?Estas dos plántulas de conífera están conectadas por una red subterránea de hongosEste fascinante sistema de comunicación vegetal fue descubierto en 1997 por la ecologista forestal Suzanne Simard. Un ejemplo cotidiano nos ayuda a entenderlo: cuando una oruga muerde la hoja de un tomate, la planta atacada libera compuestos químicos que viajan a través de la red de hongos. Las plantas vecinas, al detectar estas señales, comienzan a producir enzimas que repelen a los insectos. Estas interacciones son tan complejas que incluso las aplicaciones más avanzadas de identificación botánica apenas empiezan a mapear estas redes de comunicación.La bióloga evolutiva Toby Kiers, junto a Thomas Scott y un equipo de la Universidad de …