Con la llegada de consolas más poderosas, al menos en su época… los desarrolladores pudieron dar vida a nuevos proyectos que permitían aprovechar estas nuevas capacidades técnicas y uno de ellos fue Saints Row.
Fue así que en la séptima generación de consolas compuestas por el PlayStation3, Wii y Xbox 360 vimos una gran proliferación de juegos tipo “sandbox”, o de mundo abierto donde el jugador podía explorar a sus anchas y disfrutar de una aventura a su propio ritmo.
El asunto con todos estos juegos es que se lo empezaron a tomar demasiado en serio: historias con problemas reales, con personajes más profundos y un nivel de dificultad que alienaba a los jugadores casuales.
Foto: Saints Row
El nacimiento de Saints Row
Afortunadamente hubo alguien que dijo: “al diablo con todo esto, un juego de mundo abierto no tiene porque ser tan clavado” y así fue que Volition creó la franquicia Saints Row que siempre se ha caracterizado por tomarse las cosas muy a la ligera.
El primer juego de la serie que llegó en 2006 sirvió para romper el molde, por así decirlo, y desde entonces, cada entrega se volvió más irreal que la anterior, pasando de guerras entre pandillas criminales a terminar por defender la tierra de una invasión alienígena
Probablemente, ahí fue cuando los chicos de Volition dijeron: “esto ya se salió de control”.
Así que decidieron reiniciar esta franquicia con una nueva entrega que toma todo el aprendizaje de estos años, la opinión de la comunidad y regresa a sus raíces con Saints …