El camino parecía simple y ya había sido recorrido por Marvel: juntar a los héroes de las películas que anteriormente habías estrenado y ponerlos en una situación en la cual tuvieran que hacer equipo. En el 2012, Avengers fue todo un éxito siguiendo esta fórmula y pensaríamos que para el Universo Cinematográfico de DC funcionaría igual, pero no fue así.