Los juegos como Dark Souls, Bloodborne y ahora, Sekiro: Shadows Die Twice, se caracterizan por tener una sola cosa en común: un alto nivel de dificultad. Como tal, esta clase de experiencia incita a los jugadores más veteranos a tratar de completar el juego o vencer a un jefe bajo ciertas condiciones específicas, como con una tostadora, por ejemplo. Ahora, un usuario ha logrado conquistar al jefe final de Sekiro utilizando únicamente las herramientas prostéticas de nuestro personaje.