Los deportes electrónicos (eSports) se han convertido en uno de los fenómenos mediáticos de nuestro siglo y la profesionalización de las competiciones de videojuegos ha crecido hasta el punto de que mantienen a millones de espectadores siguiendo los diferentes eventos desde casa y a otros tantos abarrotando estadios.
Al otro lado de las pantallas, los jugadores profesionales. Jóvenes de entre 18 y 26 años, en la mayoría de casos, que dedican sus días a prepararse para lograr rendir al máximo. Horas de gimnasio, formación táctica, planificación de estrategias, sesiones de «mindfulness» y una alimentación saludable: la rutina que siguen los «gamers» no es tan diferente de la que llevan a cabo los deportistas profesionales.
Más de ocho horas de entrenamiento
De nueve a once horas, ese es el tiempo que muchos profesionales de los eSports dedican a prepararse a diario. Así lo cuenta Alejandro Fernández Quejo, «Mopoz», jugador de «Counter-Strike: Global Offensive» (CS:GO) para Movistar Riders.
Sus mañanas comienzan como las de cualquier otro chico de 22 años. Se levanta, se prepara y a las 12.00 acude a la oficina del club para asistir a dos horas teóricas junto a los miembros de su equipo. Intentan ampliar su repertorio táctico dentro del juego, hablar de los errores cometidos para mejorarlos y lograr una estructura mejor.
Al finalizar este primer tramo de la mañana, toca descanso. Cada día, a las 14.00, disponen de una hora para comer tras la que empiezan los entrenamientos contra otros grupos. Ahí utilizan su …